Mayo, de 1808. Un grupo de mercenarios artilleros venecianos, recibe el extraño encargo de desmontar un retablo de la iglesia de San Juan el Viejo en Zaragoza y llevarlo a Roma, aprovechando la confusión de la próxima invasión napoleónica. Se trata de un encargo de alguien cercano al Papa. Esta misión un tanto sorprendente se convierte en la excusa de dos de ellos, Paolo Sidonia y Sebastián Cienfuegos, ya que su verdadero propósito es dar con el secreto para fabricar los mejores cañones del mundo, fundidos en Zaragoza años atrás bajo el sello de «Dei Machina...». La consecución de este objetivo militar les llevará a vivir en primera persona el cerco y posterior asalto de la ciudad de Zaragoza. Los generales franceses cuentan con lograr la victoria en pocas horas, pero durante los siguiente 45 días, españoles, venecianos y franceses librarán una feroz batalla. Es el primero de los sitios de Zaragoza.
La lectura de esta novela nos acerca al marco histórico de la Guerra de la Independencia, recordando episodios épicos como el sitio de la ciudad de Zaragoza y conociendo personajes como Napoleón, el general Palafox o la heroína Agustina de Aragón. Estamos ante una novela, escrita por Fernando Lalana y José María Almárcegui, que además ofrece ingredientes de numerosos subgéneros novelescos como el de intriga y suspense, el bélico, el histórico, el sentimental o de amor, o incluso el detectivesco.
En definitiva, es una buena oportunidad para conocer mejor nuestra historia contemporánea y la consolidación de nuestro país como nación, y además nos puede servir para repasar los subgéneros novelescos y sus peculiaridades.
